México 7 septiembre._ En Universum, Museo de las Ciencias de la UNAM, se cuenta con un sembradío de hortalizas monitoreado por software que, de manera constante, envía información a “la nube” con respecto a los requerimientos de cada cultivo.
En medio de la crisis económica, alimentaria y ambiental que se vive, lo más recomendable es plantar un huerto en nuestro balcón o azotea. “La ventaja es que para ello ahora podemos pedirle ayuda a la inteligencia artificial (IA)”, afirmó la subdirectora del recinto, Claudia Hernández García.
Se ubica en el patio trasero del recinto, junto a la casa sustentable que en 2014 permitió ganar a la Universidad Nacional el Decatlón Solar de Europa. Este proyecto, cuyo nombre oficial es Huerto Urbano Interactivo (HUI), fue desarrollado junto con Microsoft.
Consta de 30 contenedores rellenos de un sustrato especial donde -en medio del revolotear de mariposas y el zumbido de una que otra libélula-, crecen una treintena de frutos, hierbas de olor, plantas medicinales y legumbres.
Cultivos domésticos
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en los últimos 12 meses los comestibles registran alza de 12.09 por ciento. Situación preocupante en un país como México donde las familias más pobres dedican hasta 50 por ciento de sus ingresos a la adquisición de una canasta básica.
Ante este escenario, en el Museo se considera que enfocarse a los cultivos domésticos de hortalizas es una buena estrategia para sobrellevar las turbulencias del mercado y, además, ahorrar.
Tener una huerta en casa representa únicamente ventajas, desde el punto de vista económico y ecológico. “Si fuesen un óleo, nuestras ciudades serían una gran plasta de gris salpicadas por pequeñas motas de verde. En este símil, los huertos urbanos son oasis para, por ejemplo, las abejas, que encuentran ahí un lugar en donde descansar, colectar néctar, tomar agua y recuperar fuerzas para seguir su camino”, apuntó la subdirectora.