Ciudad de México 4 de agosto.- En estas fechas, además de la crisis del COVID-19, estamos observando cambios climáticos producido por nuestras actividades sin precedentes en miles de años.
Este lunes el IPCC [1] nuevamente nos alertó sobre el cambio climático que estamos sufriendo y que se intensifica rápidamente y sus efectos se expanden hasta cualquier región de nuestro planeta.
El informe señala que la intensidad de las tormentas aumenta provocando lluvias intensas e inundaciones en unas regiones mientras causa sequías en otras. En particular, en las latitudes altas se incrementa la precipitación y en las zonas subtropicales la sequía aumentará.
Recordemos que los incendios aumentan en nuestro país. Por ejemplo, en la zona de Michoacán y Guerrero, donde en 2018 se observaron incendios que cubrieron con sus cenizas la mayor parte de nuestro territorio. Además, algunas otras regiones están sufriendo inundaciones más frecuentemente. las noticias de esos casos nos llegan de manera más constante que en otros tiempos.
Las áreas costeras se irán perdiendo debido a las inundaciones. La pérdida de los glaciares continuará. Ya se perdieron o redujeron dramáticamente la mayoría de los glaciares de nuestros volcanes (Popocatépetl, Pico de Orizaba, Iztaccíhuatl, Nevado de Toluca, etc.).
Las ondas de calor serán más frecuentes e intensas, así como la acidificación de los océanos, lo que provocará cambios en la vida en ellos.
En las playas del Caribe Mexicano podemos observar que cada año tenemos invasión de sargazo, indicación inequívoca de que la vida en los océanos está cambiando.
Para las ciudades, el calor en las áreas urbanas aumentará, así como las inundaciones en ellas, entre otros muchos cambios que están ocurriendo en estos días y que se prevé continúen.
Ante esta situación, es muy probable que las personas consideremos que no podemos hacer mucho, ya que es un problema verdaderamente global.
Lo mismo pueden pensar las autoridades de ciudades o municipios, al pensar que solamente los gobiernos nacionales o las grandes industrias o empresas pueden implantar acciones que enfrenten al cambio climático.
La verdad es que no es así. En muchas partes del mundo personas o familias, autoridades de comunidades o de las ciudades, han impulsado acciones que están transformando nuestra forma de vivir hacia una forma sustentable.
Jesús Antonio del Río Portilla