La ola de calor resulta peligrosa para los dispositivos electrónicos, ya que pueden bajar su rendimiento o, incluso, quedar inutilizados.
Las altas temperaturas afectan a smartphones, ordenadores, tablets… Y, en general, a todos aquellos aparatos con pantalla y batería.
En esta categoría se incluyen los ordenadores portátiles porque también tienen batería. En general, este aparato que proporciona la energía a los dispositivos está hecha con litio, un material que tiende a hincharse y deformarse con el calor.
Cuidar los dispositivos del sobrecalentamiento
El calor afecta también a los materiales plásticos de las carcasas impidiendo un alto rendimiento del dispositivo.
Los ordenadores tienen un sistema de ventilación para enfriarse. Por eso, es importante no utilizarlos en la cama, ponerlo sobre las piernas o en lugares donde el ventilador no pueda hacer su función.
Si no, será el disco duro el componente que más sufra las consecuencias, llegando a temperaturas de 70º. Es normal que los ordenadores se sobrecalienten si los utilizamos durante muchas horas y más en épocas de mucho calor.
Las tarjetas de memoria están creados para soportar más calor que otros componentes. Pero el plástico que los envuelve puede deformarse y es posible que no se puedan introducir o sacar de un puerto de ordenador.
En lo que se refiere a las consolas de videojuegos, también pueden deteriorarse, especialmente su batería y pantalla
También las pantallas de plasma y LCD pueden verse afectadas por las elevadas temperaturas y la luz solar, ya que el líquido que llevan en su interior se expande con el calor y las imágenes se ven más oscuras.
Consejos
Aunque parezca obvio, no hay que dejar expuesto al sol ningún aparato electrónico ni en lugares cerrados como un coche. En este último caso, la temperatura dentro del vehículo podría llegar a los 70º si fuera hay 39º.
Por otro lado, se aconseja utilizar cargadores y componentes originales. Tampoco se deben dejar enchufados más tiempo del necesario y usar preferiblemente la carga normal, no la rápida para que no se sobrecalienten.
En este sentido, conviene cerrar los programas y aplicaciones que se ejecutan en segundo plano y trabajar con aquellos que no necesitan tantos recursos.
En relación a las pantallas, mejor bajar la intensidad del brillo, mantenerla apagada si no se está utilizando y recurrir al modo oscuro. Puedes aplicarlo tanto en el móvil como en el ordenador, y tanto para el sistema del dispositivo como en aplicaciones usadas habitualmente: Facebook, WhatsApp o Gmail, por ejemplo.
Internet y el calor
Si hablamos de aparatos eléctricos de mal funcionamiento con el calor, también se incluye el router. No significa que se deje de tener conexión a internet por las altas temperaturas, pero sí afectará al rendimiento del dispositivo.