México 12 julio._ De 2001 a 2018 se perdieron, en promedio, 212 mil 70 hectáreas forestales al año, según datos de la Comisión Nacional Forestal. El 70.6 por ciento del territorio mexicano –equivalente a 138.7 millones de hectáreas aproximadamente- está cubierto de bosques templados, selvas, manglares, ecosistemas áridos y semiáridos.
El 74 por ciento de la deforestación se debe al cambio de tierras forestales a praderas; 20 por ciento a tierras agrícolas y tres por ciento por asentamientos humanos.
Con motivo del Día del Árbol -que en México se conmemora el segundo jueves de julio-, el investigador del Instituto de Biología de la UNAM, Marcelo Rodrigo Pace, llama a proteger la biodiversidad con que cuenta nuestro país en sus bosques, selvas y demás ecosistemas.
“Algunos piensan que todo se renueva y no es así. Hay cosas que toman mucho tiempo para generarse y hay que preservar. Por ejemplo un árbol puede cambiar completamente la temperatura de la ciudad o el microclima a su alrededor, que solo con filtrar los rayos solares disminuye la temperatura y permite que penetre más agua al suelo”, explica.
Mantener árboles
Mantener los árboles y los bosques ayuda a evitar que zonas bajas se inunden. Además, los manantiales dependen del filtrado del vital líquido en las raíces de los árboles, a fin de que se preserve pura.
“Es fundamental mantener estas áreas con muchos árboles para tener este equilibrio, justamente entre lo que es necesario para nosotros y contar con un ambiente mucho más saludable”, subraya.
El experto en evolución anatómica de maderas y cortezas detalla que los árboles cambiaron completamente la historia evolutiva de la Tierra. En el periodo Carbonífero –que se sitúa a finales de la era Paleozoica- fueron un parteaguas, pues significó contar con organismos de un porte más grande, que acumulaban gran cantidad de biomasa y carbono.
El carbón de ese periodo se produjo de estos, los cuales ayudaron a eliminar grandes cantidades de dióxido de carbono. “En la tierra están los troncos de esos árboles, el combustible fósil que utilizamos hoy es parte de estos antiguos árboles”, agrega.