México 2 mayo._ Busan, Corea del Sur, albergará la primera ciudad flotante del mundo, según UN-Habitat. Las ciudades flotantes prometen ser una solución eficaz y sostenible ante el aumento del nivel del mar.
Si las previsiones de los científicos sobre los efectos del cambio climático en el aumento del nivel del mar se confirman, en 2100 su altura subirá 1,3 metros y podría llegar hasta los cinco metros en 2300. El impacto de este aumento puede ser devastador para las ciudades costeras y podría afectar a millones de personas.
“El desafío es enorme: dos de cada cinco personas en el mundo viven a menos de 100 kilómetros de la costa y el 90% de las megaciudades de todo el mundo son vulnerables a la subida del nivel del mar”, afirma UN-Habitat.
“Las inundaciones están destruyendo infraestructuras por valor de miles de millones de dólares y obligando a millones de refugiados climáticos a abandonar sus hogares”.
Oceanix Busan
La ciudad flotante coreana llevará el nombre de ‘Oceanix Busan’ y está concebida como un prototipo en el que testar nuevas tecnologías que permitan la construcción de este tipo de estructuras. En el proyecto colaboran el gobierno municipal de Busan, el UN-Habitat y la firma de ingeniería neoyorkina Oceanix. Y el diseño corre a cargo del prestigioso estudio de arquitectura danés BIG, creador de algunos de los edificios más icónicos del planeta y de la futura base lunar de la NASA.
Plataformas
‘Oceanix Busan’ estará formada por 6 plataformas interconectadas con una superficie total de 6 hectáreas. En principio tendrá capacidad para alojar a 12.000 personas aunque sus promotores aseguran que se puede ampliar para albergar más de 100.000.
Cada una de las plataformas estará conectada a las demás por un sistema de puentes y tendrán un uso específico. Habrá tres barrios: uno, para el alojamiento de personas. Otro con zonas comunes, restaurantes, tiendas y locales. Y uno dedicado a la investigación marina. Los edificios que se construyan no tendrán más de cinco niveles de altura y estarán hechos con materiales ligeros como la madera y el bambú.
Según Oceanix, las plataformas se construirán con ‘biorock’, un material más duro que el hormigón, pero que puede flotar en el agua. La compañía asegura que este material crece, se autorepara y se hace más fuerte con el paso del tiempo.
El proyecto está pensado para que sea energéticamente autosuficiente y no genere desperdicios. Según UN-Habitat, producirá el 100% de la energía necesaria mediante paneles fotovoltaicos situados sobre el mar y en los tejados de los edificios. También tendrá un sistema que convertirá los residuos en energía, materia prima agrícola y materiales reciclados. Y un sistema de reciclaje que tratará y repondrá el agua utilizada.