La pérdida de los bosques del sur de la Ciudad de México (CDMX) es lamentable, pues además de tener un rol indispensable en la generación de un ambiente sano para los habitantes del Valle de México, son valiosos espacios para la recreación y el esparcimiento.
Los bosques proporcionan diversos servicios ecosistémicos que benefician directa e indirectamente a la población: regulan el clima, capturan carbono, purifican el aire y el agua, y albergan diversas especies de flora y fauna (Ali et al., 2020). En contextos urbanos, los bosques son estratégicos para enfrentar los efectos del cambio climático, ya que contribuyen a regular la temperatura.
Sin embargo, estos hábitats están cada vez más amenazados por las actividades humanas, que alteran su estructura, función y los servicios que ofrecen.
Aunque a nivel global se ha logrado reducir la tasa de deforestación, la pérdida de bosques sigue siendo preocupante, en particular en los países del Sur global (FAO, 2015, p. 56). La extracción y explotación ilegal de los bienes forestales, así como la tala indiscriminada y el cambio climático, ponen en riesgo la integridad de estos hábitats y, en consecuencia, la salud planetaria en general.
Suelo de conservación
Aun cuando cerca de 60% de la superficie de la CDMX está declarada como suelo de conservación (SC) y 31% está cubierta por bosques, principalmente de encino, pino y oyamel, el SC y su área boscosa enfrentan una rápida pérdida por la expansión urbana, los cambios en el uso de suelo y la tala clandestina.
Tan solo en el periodo comprendido entre enero de 2017 y enero de 2021, el Observatorio de Conflictos Socioambientales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México (OCSA) registró nueve polígonos de extracción forestal ilegal en los territorios de las alcaldías del sur de la ciudad con mayor cobertura forestal: Milpa Alta, Tlalpan y La Magdalena Contreras.
Lo anterior supone pérdida de biodiversidad, deterioro al suelo y al agua, así como afectaciones sociales y hechos de violencia, entre los que se encuentran: daños a la integridad física y psicológica e incluso privación de la vida.