A mediados de año Naciones Unidas emitió un comunicado que alertó que nueve de cada 10 personas respiran aire que contiene altos niveles de contaminantes.
Es por ello que el desarrollo e instalación de nuevos monitores de aire se vuelve cada vez más fundamental a fin de aplicar distintas políticas para tener cielos más limpios.
Así lo entiende y lo impulsa el investigador del CONICET Rodrigo Gibilisco, que ha instalado en su Tucumán natal, la primera red de sensores integrada por 20 dispositivos modernos dotados de inteligencia artificial (IA), para monitorear el aire en su provincia, una de las tantas del norte argentino afectada por la quema de bosques y campos de cultivo.
“Breathe2Change tiene tres pilares claves, que son la implementación de una red de sensores que captan y trasmiten datos sobre la calidad del aire a una plataforma en la nube; un equipo de científicos especializados que analiza todos los datos recabados; y un programa de asistencia y colaboración científica para impulsar e implementar políticas públicas e iniciativas privadas para mejorar la calidad del aire”, explicó a Infobae Rodrigo Gibilisco, que es doctor en Química por la Universidad Nacional de Córdoba y que realizó estudios complementarios en Alemania.
Sensores
Según el experto especializado en calidad del aire que trabaja en el Instituto de Química del Noroeste Argentino (INQUINOA, CONICET-UNT), en San Miguel de Tucumán, este proyecto consiste en el desarrollo de sensores dotados de inteligencia artificial para monitorear la calidad del aire y detectar la concentración de las micropartículas que van desde un tamaño menor a 1 micrómetro de diámetro (casi 100 veces más pequeñas que el diámetro del cabello humano) y esa información la envían a una plataforma en la nube.
Gibilisco, quien realizó su posdoctorado en el Instituto de Ambiente y Atmosfera de la Universidad de Wuppertal, en Alemania, fue reconocido en 2021 por la prestigiosa Fundación Alexander von Humboldt y obtuvo el premio Humboldt Alumni Award, que le permitió avanzar en la creación de la primera red de monitoreo de calidad del aire en la Provincia de Tucumán.
“Uno de los problemas que más nos afecta en el hemisferio Sur es la contaminación del aire por la quema de bosques y campos. El humo que se desprende de estos incendios afecta el desarrollo cognitivo en niños, provoca enfermedades cardiovasculares en los adultos, e incide en graves problemas respiratorios en adultos mayores. En contra de la normativa nacional y las provinciales, muchas veces presenciamos en argentina la quema de bosques y campos de cultivos que promueven la contaminación ambiental. Por ejemplo eso sucede en mi provincia, Tucumán, donde hay quema de caña de azúcar una vez terminada la cosecha”, relató Gibilisco.