Un estudio elaborado por especialistas del Instituto de Biología (IB) de la UNAM revela que los registros digitales de plantas en Mesoamérica tienen importantes lagunas en la caracterización de la diversidad de especies.
Eso indica el potencial que se tiene para mejorar e indagar cuáles se han extinguido y cuántas permanecen.
Santiago Ramírez Barahona, Ángela Cuervo Robayo y Susana Magallón Puebla lideraron el trabajo presentado en la revista New Phytologist.
Ellos revisaron tres millones 578 mil 777 registros para 32 mil 522 especies de plantas vasculares en Mesoamérica. Están descargados del Sistema Global de Información sobre Biodiversidad (GBIF, por sus siglas en inglés).
Faltan datos de plantas
Existe una caracterización incompleta de la diversidad de especies, registros de ocurrencia antiguos y una baja representación filogenética.
Un tercio de la región mostró grandes lagunas para al menos una de estas dimensiones (puntos críticos). Menos del 15 por ciento tenía una cobertura de datos adecuada.
El trabajo surgió a raíz de una convocatoria emitida por dicho medio de comunicación para conocer el estado actual de las colecciones científicas. Para ello utilizaron la Lista Mundial de Plantas Vasculares del Real Jardín Botánico de Kew (WCVP, por sus siglas en inglés).
Qué son las plantas vasculares
Las plantas vasculares, también conocidas como traqueofitas o cormofitas, pertenecen al grupo Tracheophyta. Estas plantas tienen como principal característica que cuentan con tejidos que conducen los fluidos a través de la planta y otros que otorgan un soporte para permitir que estas consigan un gran desarrollo de forma individual.