El calentamiento es el responsable de graves consecuencias meteorológicas como las sequías, los incendios forestales o las recurrentes olas de calor.
La crisis climática es el resultado de un aumento de la temperatura atmosférica como consecuencia, principalmente, de la acción humana en el planeta.
A pesar de que muchos de los efectos de este proceso sean irreversibles, tal y como indica la ONU, todavía es responsabilidad del ser humano definir la gravedad de estos impactos meteorológicos en el futuro.
Pese a la inquietud que genera el calentamiento global actual, la paleoclimatología ha demostrado que esta evolución no es solo algo propio de estos últimos años, el clima de la Tierra ha experimentado variaciones históricas. Sin embargo, es el ritmo actual lo que más preocupa a los expertos.
A contrarreloj
Es la razón por la que organismos medioambientales de todo el mundo luchan diariamente por buscar soluciones contrarreloj a este proceso.
Para eso aplican medidas globales y motivan a la población a colaborar con el medio ambiente y así no llegar a un “punto de inflexión”, como lo denomina la climatóloga Friederike Otto.
Son bastantes las medidas que se han tomado para reducir las consecuencias del impacto humano en el medio ambiente.
Sin embargo, el último informe de marzo de 2023 del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el cambio Climático (IPCC) insiste la necesidad de tomar medidas más ambiciosas: “El ritmo y la escala de las medidas adoptadas hasta el momento, así como de los planes actuales, son insuficientes para hacer frente al cambio climático”, explica el informe del IPCC.
Fuente: www.iagua.es