“En términos de clima, el 2025 no será el año más cálido, estará seguramente por debajo del 2024”, señala Francisco Estrada Porrúa, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM.
No obstante, agrega, el cambio climático y el calentamiento global seguirán siendo factores a considerar, sobre todo en lo relacionado con la intensificación de ciertos fenómenos meteorológicos.
“Tanto la investigación, el gobierno y la población en general debemos estar muy conscientes del problema que tenemos, de los retos que enfrentamos y de lo que debemos ir haciendo para evitar los peores impactos del cambio climático”, añade.
Es posible observar un ejemplo de estos desafíos al norte de la frontera, en California, donde fuertes incendios forestales han obligado a más de 130 mil personas a abandonar sus hogares y se calcula que las pérdidas económicas superarán los 10 mil millones de dólares, de acuerdo con las autoridades estadunidenses.
Un estudio publicado por la Universidad de California (https://newsroom.ucla.edu/releases/floods-droughts-fires-hydroclimate-whiplash-speeding-up-globally), titulado “Inundaciones, sequías y luego incendios: el latigazo hidroclimático se acelera a nivel mundial”, apunta que no sólo en dicha zona, sino en todo el planeta, se han intensificado las oscilaciones entre temporadas húmedas y secas debido a que el calentamiento global ha modificado la capacidad de nuestra atmósfera para absorber y precipitar agua, ocasionando que fenómenos como los incendios (relacionados con la sequía) sean más severos.