La bioeconomía ofrece abundantes oportunidades para erigirse como el gran motor para el desarrollo de las zonas rurales de las Américas y acelerar la reactivación de las economías golpeadas por el Covid-19, afirmó una de las principales voces internacionales en el tema, David Zilberman, catedrático de la Universidad de California, Berkeley.
Zilberman es profesor del Departamento de Economía Agrícola y de Recursos Económicos de la Universidad de California, Berkeley, en la que dirige la Cátedra Robinson. Sus áreas de especialidad son agricultura y políticas ambientales, economía de la innovación, y biotecnología y cambio climático.
Considerado una de las mayores autoridades mundiales en materia de bioeconomía, Zilberman mantuvo un diálogo virtual con el Director General del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, en el que se abordó el potencial de las Américas para crear una base industrial a partir de sus abundantes recursos biológicos.
“En nuestras economías la mayoría de los bienes proviene de combustibles fósiles. Sin embargo, hay una fuente mucho más poderosa, la biología. Prácticamente todo lo que proviene de combustibles fósiles puede ser reemplazado por recursos renovables. Esto puede convertir a los territorios rurales en algo más allá que una fuente de alimentos”, aseguró el experto.
La bioeconomía es una visión que impulsa la industrialización inteligente a partir del uso de recursos biológicos, convirtiéndolos en productos con valor agregado, como bioproductos, bioenergías y servicios.
Esa visión busca también responder a los desafíos ambientales existentes, mitigando efectos del cambio climático y reduciendo la utilización de combustibles fósiles.