A fin de coadyuvar a restablecer suelos, mejorar la producción y potenciar los recursos para los habitantes de las comunidades de la región de Los Tuxtlas, en Veracruz, un equipo de personas investigadoras del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM participó en un proyecto transdisciplinario para promover la ganadería sostenible con sistemas silvopastoriles.A fin de coadyuvar a restablecer suelos, mejorar la producción y potenciar los recursos para los habitantes de las comunidades de la región de Los Tuxtlas, en Veracruz, rsitaria y coordinadora del proyecto, abundó en entrevista que se busca atraer múltiples beneficios a las comunidades que viven de esta actividad, además de que se obtiene información relevante para acompañar la transición hacia la ganadería sostenible.
La experta del IE detalló: Durante el proyecto -y gracias al trabajo colaborativo con las personas en los distintos ranchos y a la sinergia con asociaciones civiles regionales, con funcionarios de los gobiernos municipal, estatal y federal, a través de procesos participativos- logramos consolidar una Red de Ganadería Sostenible basada en lazos de confianza y trabajo colaborativo.
Biodiversidad
Se establecieron también cuatro ranchos demostrativos para promover el aprendizaje social y el intercambio de experiencias, se implementaron 25 hectáreas de sistemas silvopastoriles intensivos y se liberaron 19 hectáreas que se destinaron a la plantación de árboles nativos para restaurar la vegetación original.
La investigadora precisó que se buscaba revertir las consecuencias de la ganadería convencional que tiende a empobrecer los suelos, acabar con las fuentes de agua, con la biodiversidad local y resulta en un bajo rendimiento productivo, por lo que los productores dependen de insumos externos como herbicidas, alimento comercial y fertilizantes, por ejemplo.
En los sistemas silvopastoriles se introdujeron árboles y arbustos en los potreros con distintos arreglos, como cercos vivos, árboles dispersos que ofrecen sombra, bancos de forraje y callejones de arbustos nativos con gran cantidad de proteínas y más cualidades que el pasto.
Las condiciones generadas por el arbolado promueven mayor bienestar animal y menor deshidratación; y, como consecuencia, aumento en la productividad de leche y carne.