Si en la ciudad se lograra colocar impermeabilizante blanco en azoteas o pavimento reflejante, se disminuirían los impactos de las islas de calor a nivel regional.
Esto podría ser un parteaguas y llevarse a ciudades del norte de México, donde las temperaturas son extremas y el consumo de energía, alto, agrega Francisco Estrada, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la UNAM.
“En la CDMX el aumento de la temperatura causado por la urbanización es de alrededor de tres grados centígrados, aunque hay alcaldías donde el calentamiento es mayor, como la Venustiano Carranza, donde se han registrado hasta cuatro grados centígrados más en época de calor. Como parte de este proyecto hemos recomendado colocar azoteas blancas primero en Ciudad Universitaria y después en el resto de la capital. Ello traería grandes beneficios para el ambiente local y global”, concluye.
En la azotea de uno de los edificios del ICAyCC, los expertos colocaron tres franjas con los colores de los impermeabilizantes más comunes: ocre, verde y blanco, e instalaron radiómetros para medir la temperatura de cada una de esas superficies. Así, registraron las diferencias entre ellos para conocer los cambios de temperatura entre uno y otro.
“En un registro que va del 25 de junio al 24 de julio de 2024, observamos que el máximo calor registrado se da a mediodía. El 4 y 5 de julio el ocre marcó 70 °C, el verde 62 y el blanco 40, es decir, entre el primero y el último hay una diferencia de 30 °C. El ocre y el verde absorben mucha radiación solar, el blanco no y ello ayudaría a enfriar los inmuebles de la ciudad”, enfatiza el investigador Luis Antonio Ladino Moreno.
Islas de calor
“Quisimos ver cómo afectan las islas de calor a la climatología local. Usamos datos satelitales para ver la temperatura de la superficie, hicimos mediciones de temperatura ambiente y, con un modelo físico del clima de última generación hicimos proyecciones de cómo sería la ciudad en dos décadas y el resultado es preocupante, la temperatura podría aumentar hasta 6 °C para mediados del siglo. Analizamos cuál sería el escenario, pero con azoteas blancas que reflejen la radiación solar, y el incremento fue de sólo dos grados”, destaca Francisco Estrada.