Por unanimidad, el Senado de la República aprobó un dictamen para acotar el cambio de uso de suelo en terrenos forestales y mitigar el grave riesgo que representa la pérdida de superficie natural y de biodiversidad en nuestro país.
Con 114 voto a favor, senadoras y senadores avalaron en sus términos la propuesta que envió la Cámara de Diputados para reformar la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, el proyecto fue enviado al Ejecutivo Federal.
Se precisa que no se podrá otorgar autorización de cambio de uso del suelo en terrenos forestales “donde la pérdida de cubierta forestal fue ocasionada por incendio, tala o desmonte”, sin que hayan pasado 20 años y sin que se acredite a la Secretaría que la vegetación afectada se ha regenerado.
Tratándose de terrenos ubicados en territorios indígenas, esta autorización deberá acompañarse de medidas de consulta previa, libre, informada, culturalmente adecuada y de buena fe. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se coordinará con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas.
El dictamen establece que las diversas instancias del gobierno federal, de las entidades federativas y de los municipios no otorgarán apoyos o incentivos económicos para actividades en terrenos forestales cuyo cambio de uso de suelo no haya sido autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente.
Aclara que la Semarnat sólo podrá autorizar el cambio de uso de suelo en terrenos forestales por excepción, previa opinión técnica de los miembros del Consejo Estatal Forestal de que se trate, con base en estudios técnicos justificativos que demuestren:
Que la biodiversidad de los ecosistemas que se verán afectados se mantenga, y que la erosión de los suelos, “la capacidad de almacenamiento de carbono”, el deterioro de la calidad del agua o la disminución en su captación se mitiguen en las áreas afectadas por la remoción de la vegetación forestal.
Además, la Semarnat, con la participación de la Comisión Nacional Forestal, coordinará con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural la política de uso del suelo para estabilizar su uso agropecuario, con el desarrollo de prácticas sustentables que eviten que la producción agropecuaria crezca a costa de los terrenos forestales.
El presidente de la Comisión de Medio, Recursos Naturales y Cambio Climático, Raúl Bolaños-Cacho Cué, señaló que, en el 2020, México perdió 127 mil 770 hectáreas de bosque, una cifra muy alta, tomando en cuenta que en el periodo de 2010 a 2015 se registró una desforestación promedio de 91 mil 600 hectáreas anuales.