Una reciente publicación, sin precedentes, que reúne el trabajo de 120 especialistas, ha hecho un registro de la pérdida de esta fauna en nuestro país, y demuestra los servicios ecosistémicos y esperanzas biomédicas que ofrecen reptiles y anfibios.
El organismo de la Rana Incubadora Gástrica (Rheobatrachus silus) buscó una solución y pasó a la historia no sólo por sus servicios ecosistémicos, sino por ser un protagonista de la historia farmacéutica.
Esta rana incubaba los huevos en su estómago para protegerlos de los depredadores y evitar los procesos digestivos; los huevos generaban una sustancia para inhibir el ácido de su estómago, lo que dio origen a la molécula precursora de la famosa ranitidina, uno de los más legendarios fármacos para tratar ulceras y reflujo gastroesofágico. Por desgracia la rana se extinguió en 2002, quizá por el ataque de una enfermedad relacionada con los hongos.
Su historia define, en cierta forma, a los anfibios en el mundo: seres frágiles, pero de gran importancia en los ecosistemas de nuestro planeta. Los anfibios tienen un ciclo de vida que integra dos entornos distintos. Gracias a su vida en agua y tierra, actúan como eslabones fundamentales en los ecosistemas, sirven como un puente de nutrientes entre los ambientes acuático y terrestre, una simbiosis necesaria para la vida en la Tierra.
Biodiversidad en peligro
En el marco del Día de la Tierra, se presentó el libro Anfibios y reptiles de México en peligro de extinción (Porrúa, 2024), que reúne las especies cuya presencia peligra en nuestro país. En dos tomos y más de mil páginas con imágenes y datos científicos, como fichas técnicas y descripciones morfológicas, pero con información amable para el público en general. La publicación integra el conocimiento de 120 especialistas que describen los impactos ambientales que han provocado una pérdida de la diversidad biológica.
La edición, a cargo del doctor Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología de la UNAM; Georgina Santos Barrera y Luis Canseco Martínez, es un reflejo de la crisis que representa la sexta extinción masiva. Ceballos señala que el proyecto del libro tardó doce años en cristalizarse, pero finalmente se logró como una unión de esfuerzos de varias instituciones que han dado vida a una publicación científica sin precedentes.