Las olas de calor no son solo cosa del clima: también tienen responsables con nombre y apellido.
Un estudio publicado en la revista Nature apunta directamente a 180 compañías de combustibles fósiles y cemento.
Se les atribuye buena parte de la intensidad de 213 olas de calor registradas entre 2000 y 2023.
La ciencia detrás de las olas de calor extremo
La investigación, liderada por Yann Quilcaille, de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, utiliza la llamada ciencia de atribución.
tipo de estudios calcula cuánto ha influido el cambio climático en fenómenos extremos como sequías, incendios o inundaciones.
En el caso de las olas de calor, el resultado es contundente: todas las analizadas fueron potenciadas por el calentamiento global, y al menos 55 de ellas habrían sido prácticamente imposibles sin él.
Un ejemplo claro: el verano de 2022 en España, donde las temperaturas fueron 2,5 grados más intensas y 10.000 veces más probables debido a la crisis climática.
Según los datos, solo 15 gigantes como Aramco, ExxonMobil, Gazprom, BP, Shell, Pemex y la antigua Unión Soviética concentran el 25% del aumento de la temperatura global desde la Revolución Industrial.
En conjunto, esas 180 empresas son responsables del 57% del CO₂ emitido desde 1854.
Un posible giro en los tribunales
Más allá de los datos, el estudio podría tener consecuencias legales.
“Nuestros resultados contribuyen a llenar el vacío probatorio para establecer la rendición de cuentas de los extremos climáticos”, explica Quilcaille.
Expertos internacionales coinciden en que este trabajo abre la puerta a litigios climáticos contra las grandes corporaciones emisoras.
Aunque aún quedan obstáculos legales, el informe se suma a la creciente presión para que estas empresas asuman responsabilidades.
Los científicos advierten que las olas de calor serán cada vez más intensas y frecuentes.
Con investigaciones como esta, también es más probable que los tribunales empiecen a considerar la evidencia científica como prueba clave en futuras demandas.
En palabras de Laura Clarke, abogada de ClientEarth: “Esta investigación abre la puerta para que los tribunales y legisladores basen la rendición de cuentas en una evidencia cada vez más sólida”.
Con información de El País.