La biodiversidad del planeta es mucho más vasta de lo que se creía. Así lo confirma un estudio internacional liderado por la Universidad de Arizona y publicado en la revista Science Advances, que revela que la ciencia describe más de 16 mil nuevas especies cada año, un ritmo sin precedentes en la historia moderna.
Este avance constante sugiere que aún queda una enorme cantidad de vida por descubrir y abre un panorama lleno de desafíos, pero también de oportunidades para la conservación y la investigación científica.
Un descubrimiento que no se detiene
El análisis, encabezado por John J. Wiens, profesor del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva, muestra que hasta 2020 se registraron en promedio cada año:
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Más de 10 mil animales, principalmente insectos y otros artrópodos.
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Cerca de 2,500 plantas.
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Alrededor de 2,000 hongos.
Para Wiens, el fenómeno es claro: “Estamos encontrando nuevas especies a un ritmo más rápido que nunca”.
Además, esta cifra supera ampliamente a la estimación de extinciones anuales, que ronda las diez especies por año, lo que representa una noticia alentadora para la ciencia.
Un siglo XXI lleno de hallazgos
El estudio también revela que el 15% de todas las especies conocidas hasta hoy se describieron solo en las últimas dos décadas, lo que contradice la idea de que el mayor auge ocurrió hace un siglo.
Al analizar bases de datos internacionales como Catalogue of Life, GBIF y World Flora Online, los investigadores detectaron patrones distintos según el grupo biológico.
Mientras insectos y artrópodos muestran picos históricos y actuales, plantas y hongos mantienen un crecimiento sostenido.
En el caso de los peces con aletas radiadas, uno de cada cinco registros se realizó entre 2000 y 2020.
¿Cuántas especies existen realmente?
Las proyecciones van aún más lejos. Los modelos sugieren que para el año 2400 podrían existir:
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2.6 millones de especies animales.
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Más de 1.4 millones de insectos.
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Unos 752 mil arácnidos.
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Más de 500 mil plantas.
En peces con aletas radiadas, la cifra podría alcanzar 115 mil especies, muy por encima de las 33,500 reconocidas hasta ahora.
Los autores aclaran que estas estimaciones deben tomarse con cautela, ya que dependen de diversos factores técnicos y metodológicos.
Retos y beneficios para el futuro
El ritmo acelerado de descubrimientos también pone sobre la mesa importantes retos: falta de recursos, vacíos de información, exploración limitada de zonas remotas y la urgencia de describir especies antes de que desaparezcan.
Aun así, cada nueva especie representa una oportunidad.
La biología ha inspirado medicamentos contra la diabetes, tratamientos contra el cáncer y materiales innovadores, gracias a adaptaciones únicas presentes en animales, plantas y hongos.
Como concluye Wiens, “apenas estamos arañando la superficie de lo que estas especies pueden aportar a la humanidad”.
La ciencia sigue ampliando el mapa de la vida y recordando que el planeta aún guarda muchos secretos por revelar.
Con información de Noticias Ambientales.