La aridez nos consume: estudio global revela cómo las sequías están secando la mitad del planeta
La aridez nos consume: estudio global revela cómo las sequías están secando la mitad del planeta

La aridez nos consume: estudio global revela cómo las sequías están secando la mitad del planeta

La Tierra se está volviendo más seca, cada vez tenemos más sequías y la ciencia acaba de comprobarlo.

Un experimento internacional reveló que las sequías prolongadas y extremas reducen hasta un 77 % la cobertura vegetal, amenazando ecosistemas que cubren casi la mitad del planeta.

El International Drought Experiment (IDE), impulsado por la Universidad Estatal de Colorado y publicado en Science, analizó durante cuatro años cómo responden 74 ecosistemas de todo el mundo —desde la sabana africana hasta la estepa siberiana— a la falta prolongada de agua.

Los resultados confirman lo que muchos temían: la combinación de duración y severidad de las sequías está cambiando los paisajes terrestres más rápido de lo previsto.

Un planeta cada vez más árido

Los científicos instalaron canalones transparentes que reducen artificialmente la lluvia sobre distintas parcelas, simulando una sequía que, en teoría, solo ocurre una vez cada 100 años.

Sin embargo, el cambio climático está haciendo que estos eventos se repitan con más frecuencia, según explica Melinda Smith, líder del proyecto.

En promedio, la productividad vegetal cayó 29 % tras un año sin lluvias y hasta 77 % después de tres años.

Además, las especies más frágiles desaparecen, el suelo pierde nutrientes y los ecosistemas se vuelven menos diversos.

España, un laboratorio del cambio

En España participaron varios sitios del experimento, como El Garraf (Barcelona), El Espartal (Madrid), Ayora (Valencia) y el Pirineo aragonés.

Mientras que los prados del Pirineo resistieron relativamente bien, en zonas áridas como El Espartal la historia fue distinta: las plantas comenzaron a morir sin reemplazo, y la salinidad del suelo aumentó tanto que las semillas dejaron de germinar.

“En los pocos momentos en que hay agua, las plantas deben ingeniárselas para no perderla. Pero cuando la sequía se mantiene, el ecosistema deja de regenerarse”, explica Ana M. Sánchez, investigadora de la Universidad Rey Juan Carlos.

Las sequías y el punto de no retorno

Según el ecólogo Fernando T. Maestre, experto en desertificación, la pérdida de vegetación afecta mucho más que el paisaje.

“Cuando un ecosistema pierde su producción primaria, toda la cadena ecológica se resiente: hay menos alimento, los suelos pierden fertilidad y los ecosistemas almacenan menos carbono”, advierte.

El estudio también señala que, si una sequía extrema dura más de cuatro años, el ecosistema puede colapsar completamente y volverse desértico. Y una vez que eso ocurre, no hay regreso.

En pocas palabras, el experimento global confirma que la sequía ya no es una excepción: es una nueva normalidad que amenaza a los ecosistemas más valiosos del planeta.

Con información de El País.

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