Diez años después, el Acuerdo de París sigue sin cumplirse
En 2015, casi todos los países del mundo firmaron el Acuerdo de París, un compromiso global para frenar el calentamiento global y limitar el aumento de la temperatura a menos de 2 °C respecto a la era preindustrial.
Sin embargo, diez años después, parece que el planeta sigue sin aprender la lección.
El objetivo era claro: reducir el uso de energía negra, gas natural y tierras negras (carbón), los principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero.
A cambio, los países se comprometieron a impulsar una transición hacia energías limpias y renovables.
Pero en la práctica, los avances son escasos.
Un mundo aún dependiente de los combustibles fósiles
El informe Brecha de Producción 2025, de la organización Climate Analytics, revela que los países firmantes no están cumpliendo sus promesas.
La producción de carbón sigue creciendo y se prevé que alcance su punto máximo recién en 2035.
Aún más preocupante, 18 de los 20 mayores productores de petróleo y gas planean aumentar su extracción un 78 % más de lo acordado.
Esto significa más emisiones, más contaminación y menos tiempo para revertir el daño.
Un planeta en crisis con el Acuerdo de París
Las consecuencias ya están aquí: el aumento de las temperaturas, los deshielos en los polos y fenómenos extremos como olas de calor, sequías y lluvias torrenciales en zonas inusuales.
Todo producto de la acumulación de CO₂ en la atmósfera.
En conclusión, la humanidad sigue enganchada a su adicción energética, pese a haber reconocido hace una década que debía cambiar.
Si los compromisos del Acuerdo de París no se refuerzan pronto, el punto de no retorno podría estar mucho más cerca de lo que creemos.
Con información de Hoy Eco.