El informe ‘Progresos en relación con el agua potable, el saneamiento y la higiene 2000-2022 con referencia especial a las cuestiones de género’, publicado por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, recoge la realidad de mujeres y niñas en nuestro planeta.
Y pone de manifiesto que, a escala mundial, es más probable que sean ellas quienes se ocupen del acarreo en los hogares. De hecho, en 7 de cada 10 casos, se encargan de recorrer largos trayectos en busca de agua.
Las desigualdades de género en relación con el agua potable, el saneamiento y la higiene se visibilizan en algo tan valioso como el tiempo. Mientras recogen agua, las mujeres y las niñas no pueden dedicarse a la educación, el trabajo o el ocio. Además, en sus desplazamientos están más expuestas a los peligros del camino, el acoso y la violencia.
Bienestar
«Cada paso que dan las niñas para recoger agua es un paso que las aleja de la educación, el juego y la seguridad», apunta Cecilia Sharp, directora de los departamentos de Agua, Saneamiento e Higiene (WASH) y Clima, Medio Ambiente, Energía y Reducción del Riesgo de Desastres (CEED) en UNICEF.
«El problema de la insalubridad del agua, los inodoros y el lavado de manos en el hogar impiden a las niñas alcanzar su potencial, comprometen su bienestar y perpetúan los ciclos de pobreza», dijo.
«Los datos más recientes de la OMS muestran la cruda realidad: cada año 1,4 millones de personas mueren por falta de agua, saneamiento e higiene adecuados», según María Neira, directora del departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS.
Cerca de 2000 millones de personas –una de cada cuatro– no pueden lavarse las manos con agua y jabón en sus domicilios.