La Reserva El Santuario, en Cuatro Ciénegas, Coahuila, acaba de convertirse en el escenario de uno de los proyectos de conservación más importantes del país: el regreso del bisonte americano, un gigante que no pisaba este territorio desde hace más de 200 años.
El 26 de noviembre, 44 ejemplares llegaron desde el Rancho El Uno, en Janos, Chihuahua, para formar la tercera manada de conservación establecida en México.
En total se liberaron 38 hembras y 6 machos.
La liberación fue resultado del trabajo conjunto de la Fundación Pro Cuatrociénegas, el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, Cuenca Los Ojos A.C. y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.
El regreso del bisonte con significado cultural
Para la Nación N’dé, pueblo originario de esta región, la llegada del bisonte o Iyané, tiene un valor espiritual que trasciende lo ecológico.
El Dr. Juan Luis Longoria Granados, líder de la Nación N’dé, explicó que este animal es parte esencial de su identidad y cosmovisión.
Durante la liberación, encabezó una ceremonia tradicional para bendecir a la nueva manada y agradecer su regreso al territorio ancestral.
¿Por qué es tan importante el bisonte para el ecosistema?
El bisonte no es solo un símbolo cultural: es una pieza clave para restaurar el equilibrio del desierto chihuahuense.
El Ing. Gerardo Ruiz Smith, director de la Fundación Pro Cuatrociénegas, destacó tres funciones ecológicas fundamentales:
Hidrología y suelos: Su pastoreo estimula el crecimiento vegetal y favorece la infiltración de agua, ayudando a recargar el acuífero de Cuatro Ciénegas.
Control de incendios: Al consumir pasto seco, reducen el material combustible que puede detonar incendios forestales.
Biodiversidad: Como “ingenieros del paisaje”, crean hábitats que benefician a múltiples especies.
Turismo regenerativo: un nuevo modelo para el norte de México
Con la llegada de los bisontes, Cuatro Ciénegas se posiciona como un destino clave para el turismo de naturaleza.
La Reserva El Santuario ofrece a los visitantes la oportunidad de observar a la especie más imponente de la megafauna americana en libertad, mientras conocen el proceso de regeneración del ecosistema.
Además, este modelo garantiza que los recursos generados se reinviertan directamente en la conservación del territorio y en futuros proyectos de reintroducción.
Quienes visiten la reserva también podrán conocer el valor ecológico y cultural de otras especies emblemáticas como el oso negro, puma, venado bura, pecarí, zorrita del desierto, coyote y una rica variedad de aves.
Con este proyecto histórico, Cuatro Ciénegas no solo recupera un fragmento de su pasado natural, sino que construye un futuro donde conservación, cultura y desarrollo sostenible avanzan juntos.
Una nueva manada vuelve a correr en libertad… y con ella, renace un territorio entero.
