¿Se viene un impuesto climático para los vuelos de lujo y jets privados?
¿Se viene un impuesto climático para los vuelos de lujo y jets privados?

¿Se viene un impuesto climático para los vuelos de lujo y jets privados?

Viajar en jet privado o en primera clase podría volverse más caro muy pronto en España gracias a un impuesto climático.

Un grupo de 14 organizaciones sociales y ambientales —entre ellas CC.OO., Ecodes, Fundación Renovables y Ecologistas en Acción— propuso al Gobierno la creación de un impuesto climático para gravar los vuelos de lujo y reducir el impacto ambiental del transporte aéreo.

La iniciativa fue presentada al ministro de Transportes, Óscar Puente, en el marco del debate sobre la nueva Ley de Movilidad Sostenible, aunque podría desarrollarse de manera paralela.

Un impuesto para “los que más contaminan”

La propuesta busca aplicar el impuesto climático a los vuelos comerciales de clase premium (como primera clase o ejecutiva) y a los jets privados que despeguen desde aeropuertos españoles.

El objetivo: desincentivar el uso excesivo del transporte aéreo por parte de los viajeros más ricos y financiar proyectos sociales y ambientales.

“Un pequeño grupo de usuarios —los dueños de jets, pasajeros en business y viajeros frecuentes— contribuye de manera desproporcionada a las emisiones”, explicó Carlos Bravo, portavoz de las entidades promotoras.

Una iniciativa en línea con Europa

Esta medida coincide con lo planteado por Pedro Sánchez en la Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo de la ONU, celebrada en Sevilla en junio, donde anunció que España se sumaría a otros países para lograr que el sector de la aviación contribuya más a la transición ecológica mediante impuestos específicos.

Actualmente, la aviación es el medio de transporte que más emisiones de gases de efecto invernadero genera por pasajero, y Europa se ha comprometido a reducirlas al menos un 55% antes de 2030.

Un sector con ventajas fiscales

Según Transport and Environment, el sector aéreo goza de beneficios fiscales que rompen con el principio de “quien contamina paga”. España pierde alrededor de 4,600 millones de euros al año por exenciones como la ausencia de impuestos al queroseno y la reducción del IVA en vuelos domésticos.

Países como Francia, Alemania, Reino Unido y Países Bajos ya aplican impuestos similares a los billetes de avión, mientras que España sigue siendo una excepción.

Las entidades proponen que el dinero recaudado se destine íntegramente a financiar la transición energética del sector aéreo y a mejorar el acceso al transporte público.

De esta forma, se busca un sistema más justo, sostenible y con beneficios sociales directos.

Si la propuesta prospera, los jets privados y los asientos de lujo podrían convertirse en el nuevo foco de la política verde en España, marcando un paso más hacia una aviación más responsable con el clima.

Con información de La Vanguardia.

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