Cabras y ovejas “empleadas verdes” limpian pistas de esquí en Vermont
Cabras y ovejas “empleadas verdes” limpian pistas de esquí en Vermont

Cabras y ovejas “empleadas verdes” limpian pistas de esquí en Vermont

Antes de que llegue la nieve y los esquiadores invadan las montañas de Vermont, un grupo de trabajadores muy peculiares ya está haciendo su labor: cabras y ovejas que, con gran apetito, limpian la vegetación de las pistas.

La iniciativa busca reemplazar la maquinaria de gasolina por una opción más ecológica.

En lugares como Jay Peak y Magic Mountain, los rebaños se encargan de mantener despejadas las áreas, demostrando que se puede cuidar el paisaje de forma sostenible.

Andy Stenger, director de operaciones de Jay Peak, lo resumió con humor: “Son excelentes empleados. Se toman muchas pausas para comer, pero esa es la idea”.

Los animales utilizan collares con tecnología especial que los mantiene dentro del área asignada y permite monitorear su salud en tiempo real.

Gracias a esto, su dueño, Adam Ricci, puede saber si alguno está enfermo o si la manada cambia de comportamiento.

Aunque el trabajo es más lento que el de las máquinas, los beneficios son muchos: menor huella de carbono, menos erosión, mayor retención de agua y, de paso, la simpatía de los visitantes que disfrutan ver a los animales en acción.

El uso de cabras y ovejas para el paisajismo no es nuevo.

En Nueva York, Nashville e incluso universidades como la de Georgia ya han utilizado esta técnica para combatir plantas invasoras o mantener parques limpios.

Ahora Vermont apuesta por esta práctica como parte de su compromiso con la sostenibilidad.

Además, la eficiencia de estos animales se explica por su sistema digestivo único: al ser rumiantes, pueden consumir hasta seis kilos de forraje al día y digerir plantas que otros no pueden aprovechar.

Lo que comenzó como un proyecto experimental podría convertirse en un modelo para más estaciones de esquí. Como señala Ricci:

“Idealmente, podemos ampliar esto hasta que funcione bien y, con suerte, llevarlo a otros lugares”.

Un recordatorio de que, a veces, la mejor tecnología para cuidar el planeta ya estaba aquí desde siempre: la naturaleza misma.

Con información de Infobae.

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