La Antártida vuelve a encender las alarmas.
Este 2025, el hielo marino que rodea al continente alcanzó su tercer nivel invernal más bajo en casi 50 años de mediciones satelitales, según el Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo de la Universidad de Colorado Boulder.
El 17 de septiembre se registró el máximo de la temporada: cerca de 18 millones de kilómetros cuadrados congelados.
Aunque parezca una cifra enorme, está muy por debajo de los niveles históricos y solo supera los récords mínimos de 2023 y 2024.
Durante décadas, el hielo marino antártico mostró un crecimiento irregular pero estable.
Sin embargo, los científicos advierten que el cambio climático ya alcanzó al extremo sur del planeta.
El calentamiento de los océanos estaría alterando el equilibrio natural, reduciendo la formación de hielo y cambiando la dinámica de los mares.
Hielo en la Antártida y el nivel del mal
La pérdida de esta capa helada no eleva directamente el nivel del mar, pero sí tiene efectos colaterales graves: el agua oscura que reemplaza al hielo absorbe más calor en lugar de reflejarlo, lo que acelera el calentamiento global.
Además, el hielo marino funciona como un “escudo” que amortigua olas, vientos y protege la enorme capa de hielo continental que, de derretirse, podría elevar los océanos y poner en riesgo a las costas de todo el mundo.
Algunos expertos señalan que también podrían darse efectos inesperados, como un aumento de nevadas en ciertas zonas debido a la humedad adicional en la atmósfera.
Pero lo que preocupa es la tendencia: tres años consecutivos de mínimos históricos.
El mensaje de la ciencia es claro: el clima en la Antártida está cambiando, y con él, el futuro de los océanos y de nuestras costas.
Con información de Yahoo noticias.