México 3 enero._ La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 2022 como el Año Internacional de la Pesca y la Acuicultura Artesanales. La iniciativa busca centrar la atención y reconocer la labor de millones de pescadores, acuicultores y trabajadores de la pesca. Y su contribución al suministro de alimentos saludables para millones de personas en el mundo.
La celebración de este año ofrecerá la oportunidad de aumentar la información y los datos, en lo que corresponde a su aportación en la seguridad alimentaria, la nutrición, la erradicación de la pobreza y el uso sostenible de los recursos naturales. Pero sobre todo, en la confección de políticas públicas y acciones que sirvan de apoyo y fortalezcan su actividad.
Aunque no existe una definición universal sobre el tipo de pesca o acuicultura que cuente como “artesanal” o “en pequeña escala”, es común que se utilicen estos términos para describir la pesca y la acuicultura que utilizan unidades de producción relativamente pequeñas, con pocos insumos y producción, y niveles bajos de tecnología o inversión de capital.
Y aunque se habla de pequeña escala y artesanal, a lo mejor –como ha dicho Julio Berdegué, Subdirector General y Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe- el término no refleja la realidad de lo que aportan, en términos de cifras y condiciones.
En el mundo, existen alrededor de 59.51 millones de personas que trabajaban en el sector primario de la pesca y la acuicultura. Cerca de 20.53 millones de personas estaban empleadas en la acuicultura y 38.98 millones en la pesca.
Países en desarrollo
De todos aquellos que se dedican a la pesca y la cría de peces, la mayoría se encuentra en los países en desarrollo. Y la mayoría son pescadores artesanales en pequeña escala y trabajadores de la acuicultura (90 por ciento, según el Banco Mundial).
A pesar de su contribución, muchos de ellos viven con un alto nivel de pobreza y de vulnerabilidad. Si a esto le sumamos las condiciones de empleo para los miles de trabajadores, estas suelen ser precarias y en algunas ocasiones se acercan al espectro del trabajo forzoso y la esclavitud.
En términos generales, el mayor número de pescadores y acuicultores se encuentra en Asia (con 85 por ciento del total mundial), seguido de África (con 9 por ciento), el Continente Americano (con 4 por ciento) y Europa y Oceanía (con 1por ciento cada uno).